La voz, la compañía, la calidez del contacto humano cobran más valor cada día. En un mundo progresivamente impersonal, la innovación tecnológica también muestra una cara amable cuando se fusiona con la innovación social y gracias a las telecomunicaciones permiten a cualquier organización, pública o privada, aproximarse a sus usuarios o clientes de mayor edad de una forma humanizada y personal a través de la teleasistencia inteligente.
Este es el mundo de Atenzia. El mundo de las comunicaciones humanas. Atenzia ha logrado armonizar su conocimiento experto con los más avanzados sistemas de tecnologías de la información y de las comunicaciones para poder conectar personas con personas, evaluar su situación psicosocial y sanitaria y ofrecerles un sólido refuerzo para incrementar la seguridad y el bienestar físico, mental y social de colectivos que lo necesiten. Así, cualquier Administración que desee ofrecer servicios sociales avanzados puede confiar en Atenzia y cualquier empresa que desee articular servicios sociosanitarios avanzados para sus clientes puede, también, confiar en Atenzia.
Unos servicios humanizados y particularizados para cada necesidad individual. De esta manera aspiramos a ser una organización de referencia, pionera en el desarrollo de servicios de atención a las personas para maximizar la percepción de bienestar y seguridad en cualquier lugar, en cualquier momento y en cualquier circunstancia para facilitarles, en la medida que sea posible, una auténtica vida activa e independiente.
Atenzia fue pionera en el mundo de la teleasistencia básica. Atenzia ha sido pionera en el mundo de la teleasistencia avanzada. Ahora damos un paso más y ante el cada día más presente reto demográfico queremos aportar nuestras propias soluciones siendo pioneros en lo que denominamos teleasistencia Inteligente.
Teleasistencia inteligente
El nuevo relato del envejecimiento se convierte en el centro del debate y, por supuesto, también lo hace todo el universo que orbita en torno a él. Debemos de plantearnos nuevas soluciones, entender el cambio de paradigma en beneficio de los colectivos de mayor edad y asumir el reto de ayudar a construir una nueva visión de la Sociedad del Bienestar del futuro.
Porque las personas van evolucionando con el tiempo y sus necesidades son cambiantes. Y con carácter general desean envejecer en su entorno habitual. Por esta razón prevemos la conformación de ecosistemas de servicios y redes formales e informales a su alrededor.
Porque cuidar a las personas mayores implica dar respuesta a muchas cosas. Se trata de facilitar apoyos y nuevas oportunidades de vida, de la mejor vida posible para cada persona. No todas las formas de cuidar son iguales. No todos los servicios profesionales son iguales.
Servicios que evolucionan con la propia evolución de las personas. Servicios que mantienen a las personas inteligentemente conectadas con sus redes de referencia (familiares, amigos, cuidadores, personal sanitario, trabajadores sociales, etc) y con sus actividades y propósitos preferidos como el ocio, la cultura, las actividades al aire libre, el deporte, el turismo, etc. Servicios que, por supuesto, velan en primer lugar por la salud y la seguridad de las personas usuarias. Servicios que pasan de un enfoque reactivo, que busca su eficacia en la atención rápida de una contingencia cuando esta ocurre, a un enfoque proactivo que pretende en todo momento anticipar de forma predictiva cualquier contingencia para actuar de forma preventiva sobre ella.
En definitiva, innovación tecnológica e innovación social unidas para materializar servicios que harán que las personas mayores prolonguen su calidad de vida por más tiempo, sintiéndose protegidas, acompañadas y cuidadas, sea cual sea su situación, dentro y fuera de su hogar, en cualquier momento, en cualquier lugar y en cualquier circunstancia.
Por primera vez en el sector de la teleasistencia y de los teleservicios avanzados la tecnología, el modelo de atención, la gestión de los recursos humanos especializados, la administración de los recursos económicos necesarios, la inteligencia artificial y la coordinación de los ecosistemas que rodean a los usuarios se dan la mano para ofrecer servicios predictivos, preventivos, integrales, evolutivos y ubicuos.
Bienvenidos a una nueva forma de entender la comunicación con los mayores
Los mayores reclaman una comunicación inteligente. Su deseo es poder decidir. Y su propósito es mantener una vida activa e independiente. Y, cuando empieza la fragilidad, esperan que el entorno les facilite la mayor apariencia de normalidad que sea posible.
Por esta razón hemos pasado de ofrecer seguridad y acompañamiento a construir entornos útiles que facilitan a los mayores una vida activa e independiente, conectados de una manera amigable con sus familiares y conocidos y respaldados en todo momento por un colectivo de profesionales que conocen sus necesidades y actúan discreta y eficazmente anticipándose a las dificultades que puedan aparecer en la vida diaria.
El empleo, para ello, de tecnologías ubicuas y accesibles que procuran pasar desapercibidas para los usuarios, quienes saben, eso sí, que gracias a ellas pueden interactuar en caso de necesidad o, simplemente, para buscar apoyo, con un equipo de profesionales sociosanitarios que le ofrecerán siempre la ayuda que precisan. Servicios que logran la magia de mejorar la calidad de vida de las personas. Servicios que añaden compañía, diversión y ánimo.
Personas que escuchan a personas.
Personas que empatizan con la situación de los usuarios y su entorno familiar próximo.
Innovación abierta al servicio de la sociedad
La vida en colectividad supone, en sí misma, un desafío. El ser humano ha aplicado el conocimiento a su alcance en cada época de la historia para adecuar hábitats que satisfagan sus necesidades. Necesidades que han variado a lo largo del tiempo haciendo de esta cuestión un reto continuo.
Así es posible, y casi obligado, ampliar y concretar opciones de valor añadido en colaboración con los sectores de salud, seguros, alimentación, turismo, farmacia, construcción, etc. para construir la cartera de productos y servicios que esperan las personas mayores, sus familiares, amigos y cuidadores.
Una nueva forma de trabajar fácilmente interconectable con terceras partes con las que construir conjuntamente nuevas soluciones que den la tranquilidad a este colectivo de que sus necesidades estarán cubiertas satisfactoriamente ofreciendo la misma capacidad y el mismo trato humano a la hora de cooperar entre entidades en el desarrollo de servicios y productos de alto valor añadido.
La innovación social es clave para introducir en los ecosistemas sociales nuevas conductas, hábitos y modelos sustancialmente diferentes a los actuales. O, a los efectos que nos ocupan, cómo mejorar el bienestar físico, mental y social de la ciudadanía que lo necesite desde perspectivas diferentes y complementarias a las puramente tecnológicas mediante nuevas formas de hacer, organizarse o relacionarse y que mantengan una visión humanista del problema.
Porque que un dispositivo se accione en respuesta a determinado evento es innovación, es prevención y es sin duda necesario. Que un equipo de profesionales esté siempre disponible para reaccionar ante la llamada de una persona para atenderle y ofrecer respuesta a su problema es cercanía, profesionalidad y es, también, fundamental.
Pero, debemos ir más allá. Debemos conseguir que los recursos tecnológicos y humanos se aúnen con el objetivo de prevenir, atender y reaccionar con eficacia ante cualquier necesidad de las personas. Debemos, también, ofrecer una atención personalizada y no invasiva para garantizar una mejor calidad de vida, pero sin restar autonomía y privacidad. Y, debemos por supuesto, seguir aprendiendo de las nuevas necesidades de las personas y conocer las oportunidades que nos brinda la tecnología y todas las nuevas formas de prevención, comunicación y atención que de ella se derivan.
Porque esto es lo que supone la teleasistencia inteligente, en la que el engranaje funciona de tal forma que, a pesar de todo el trabajo que lleva detrás, de cara a las personas usuarias, todo parezca increíblemente sencillo.
Y ahí reside el valor incalculable del modelo: en que la persona que necesita en un momento dado una respuesta individual e inmediata, la va a obtener de forma ágil, coordinada y efectiva poniendo para ello en marcha toda una cadena de recursos tecnológicos y humanos.
Así de simple. Así de complejo.
Atenzia: el poder de un modelo propio
El envejecimiento será la mayor transformación social del siglo XXI. Y, en este escenario, Atenzia aspira a convertirse en la opción de referencia en teleservicios para el pleno bienestar de la sociedad de mayor edad, ofreciéndoles una nueva cartera de opciones apoyada en desarrollos tecnológicos propios de vanguardia, modelos sociosanitarios de calidad acreditada e innovación social fruto del estudio de las necesidades reales de la población.
Desde la experiencia que nos avala, en los últimos años hemos demostrado nuestra capacidad para garantizar la seguridad y el acompañamiento de las personas usuarias, facilitando su permanencia e integración en su entorno vital, familiar y social, previniendo situaciones de riesgo, fomentando hábitos saludables, evitando el aislamiento y potenciando su participación en el entorno.
Y en esta línea queremos continuar con un objetivo próximo claro: anticipar el futuro de los teleservicios asistenciales, innovando y liderando la oferta de soluciones integrales e inteligentes mediante un modelo de trabajo adaptativo y evolutivo que acompaña al usuario a lo largo de su vida transformándose en la medida que él lo necesita. Un servicio inteligente de atención centrada en la persona, predictivo, preventivo, integral, evolutivo y ubicuo.
Tras años de inversión en investigación y desarrollo tecnológico y de investigación social y sociosanitaria, Atenzia ha desarrollado un conjunto de competencias únicas para lograr el bienestar físico, mental y social de las personas. Un modelo diferencial de Atención Centrada en la Persona evolucionada sobre una arquitectura tecnológica disruptiva que aúna nuestro conocimiento experto, nuestra experiencia y nuestra capacidad de innovación, tanto tecnológica como social. De esta forma conseguimos:
- El conocimiento de cada caso individual, que nos permite actuaciones completamente personalizadas y adaptadas a las condiciones concretas de cada usuario. Sometiendo además nuestro reputado, experimentado y acreditado modelo de Atención Centrado en la Persona a un proceso de mejora continua.
- Establecer patrones de comportamiento y establecer umbrales para detectar situaciones anómalas que pudieran ser el preludio de una complicación. Además, el análisis y verificación de hipótesis continuo nos permite un aprendizaje permanente y un perfeccionamiento de esta capacidad predictiva.
- Prevenir. Saber que existen umbrales que hay que monitorizar para saber cuándo una persona pasa de un estadio a otro, nos permite también esforzarnos en mantener a las personas en estos el mayor tiempo posible, evitando o tratando de evitar proactivamente que se alcancen. Asimismo, aprendemos constantemente cómo prevenir o retrasar el incremento de la fragilidad, así como a disminuir o incluso evitar situaciones de riesgo.
- Contar con una potentísima y única herramienta propia de valoración integral funcional, mental y social de las personas que abarca todo el espectro y nos permite una asignación precisa de las prestaciones, programas y protocolos que corresponden a cada usuario en cada momento. Un patrón propio basado en los modelos de evaluación más reconocidos y exigentes a nivel internacional que, en los últimos años, hemos aplicado, perfeccionado y combinado.
- La evaluación integral del usuario en un instante concreto de su vida requiere continuidad para dar coherencia a las prestaciones y poder adaptar los servicios a sus necesidades en función de su evolución, siendo esta evaluación continua uno de los pilares fundamentales para la predicción y la prevención, al proporcionarnos información histórica que organizamos en nuestros sistemas aplicando nuestras herramientas analíticas y de inteligencia artificial.
- Ubicuidad. Característica consustancial de los nuevos servicios demandados por los ciudadanos, quienes no solo esperan “entornos inteligentes”, sino “entornos genuinamente útiles” donde recibir los servicios que acostumbran en cualquier momento y en cualquier lugar. Porque las personas mayores desean una vida con propósito, independiente y activa en la que la vida y las relaciones fuera del domicilio son esenciales mientras que el propósito de la teleasistencia tradicional siempre ha sido ser un instrumento de seguridad al usuario dependiente en su hogar.
Y así, amparados en nuestra experiencia y capacidad de innovación, convertirnos en una organización comprometida con la sociedad. Una organización convencida de que es posible lograr que los años que quedan por vivir sean años plenos y felices. Una organización que ofrece servicios accesibles e inclusivos como la teleasistencia inteligente elevados a las exigencias y demandas de un nuevo perfil de usuario en plena revolución demográfica del siglo XXI.